domingo, 20 de mayo de 2012

Las vivencias de un Inmigrante



En esta entrada voy a contar un poco acerca de un emigrante, que lo fue en dos ocasiones, primero en Japón y después en España.
Este ciudadano, que tras haber trabajado toda su vida en las fuerzas armadas de su país, en un puesto cualificado, vio que necesitaba hacer algo para mejorar la situación de su familia, así se le presento la oportunidad de ir a Japón (un país que como todos sabemos es uno de los más desarrollados), por medio de un familiar se entero de que se necesitaba mano de obra para las distintas fabricas, en esta oportunidad tuvo que conseguir una serie de requisitos, incluso falsos, para entrar al país. En Japón estuvo casi dos años trabajando y enviando dinero a su familia, lo pasó muy mal, era una cultura diferente, otro idioma (aunque saber ingles le ayudo mucho, algo con lo que otros compatriotas no contaban), las peores épocas eran las fechas señaladas (cumpleaños, navidad,..), tenía dos hijos, muy pequeños, que fue la razón por la que no se quedara más tiempo, por lo que ahorro dinero y volvió a su país.

Pasaron seis años, con el dinero ahorrado de Japón pudo mantener a su familia, lo invirtió comprándose un vehículo para prestar un servicio de movilidad escolar, pero las cosas en su país iban cada vez peor, por lo que no dudo en embarcarse en un nuevo viaje, esta vez a España.
En España se encontraba viviendo un hermano suyo, que trabajaba en una empresa de reformas que se encontraba en crecimiento, por medio de esta empresa se envió un contrato de trabajo a la embajada española en el país de procedencia, apenas pasaron unos meses y la visa fue concedida, este ciudadano viajo a España, pero esta vez seguro de querer reagrupar a su familia.
Él me dijo: después de haber vivido un tiempo lejos de mi familia, entendí lo importante que es, por eso desde un principio estuve decidido a traerlos conmigo.

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