Según los datos de la CIS, un 49% de los españoles creen que la
población inmigrante reduce el nivel educativo de las escuelas. ¿Es
esto cierto?
Aunque esto suene a algún tipo de discriminación, ciertamente, la
población inmigrante baja el nivel educativo en las escuelas, pero
esto no quiere decir que propicie que la calidad de la enseñanza se
reduzca, sino que sólo afecta al promedio de la escuela.
El fracaso escolar viene afecta tanto a las personas extranjeras como
a las origen español. Es el nivel educativo de los padres y el
estatus socioeconómico el que determina el resultado escolar.
No es lo mismo llegar a un país e introducirte en una institución
escolar a principio que a mitad de curso. Además, puede que ni
siquiera seas conocedor de dicha lengua, de una forma fluida, y sea
por ello que se dificulte la enseñanza.
Por lo tanto, ¿Cuál es el verdadero problema con este sector? La
paciencia que con ellos se tiene. Es cierto que, por dichos factores,
el promedio de resultados de la escuela se van a ver afectados, pero
por ello no se ha de pensar que se les tiene que excluir. Son los
propios profesores los que afirman que prefieren no tener más de un
30% del alumnado extranjero, ya que si no la fluidez de la clase se
verá afectada por dichos individuos.
Es cierto que el nivel baja, pero no la calidad. ¿El problema? No
nos esforzamos por quien no puede entendernos, sino por los que no
quieren.
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